La actividad que realizamos, la comenzamos fuera del salón de clases, el profesor nos pidió que cerráramos los ojos y que nos ubicaron en un espacio determinado; c aminábamos, nos chocábamos, algunos pedíamos perdón cada que rosábamos con alguien ; en ese momento sentí miedo, inseguridad, no me sentía del todo tranquila, sentía que en cualquier momento alguien iba a empujarme o algo así por el estilo; también sentí desesperación, hasta que en un momento respire y comencé a contar los pasos que daba para poder distraerme con otra cosa, eso me tranquilizó un poco.
En la segunda parte de la actividad lúdica, nos ubicamos en el salón de clases, seguíamos con los ojos cerrados, el profesor nos dijo que comenzáramos por frotarnos las manos, que sintiéramos nuestra piel, que respiráramos tranquilos…
Esta actividad fue de mi agrado, ya que me ayudo a reencontrarme conmigo, a sentirme, a explorarme, a volver a estar un momento conmigo, me ayudo a volverme a percatar de cómo mi cuerpo se comunica conmigo y no necesariamente tiene que hablarme, simplemente basto con sentirme otra vez.
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